viernes, 10 de octubre de 2008

Relájate

Ahora que ya sabemos respirar podemos practicar un ejercicio esencial de relajación. Hay muchos tipos de relajación, pero este es de lo más sencillos y con el que podemos ir adquiriendo concentración. Recuerda, deja fluir los pensamientos, los pensamientos vienen y van, pero tu tienes que estar centrado en tu cuerpo y en tu respiración.
En primer lugar busque un lugar tranquilo de su hogar, deje que una luz escasa ilumine ese lugar, y póngase ropa cómoda y descálcese. Si es posible, ponga una música relajante de fondo e incienso si le apetece. Colóquese tumbado, con las piernas separadas a la altura de las caderas, brazos separados del tronco, y palmas de la mano hacia abajo. En esta postura céntrese en su respiración, practique las tres respiraciones posicionando una mano en el abdomen para la respiración abdominal, ¿nota como se eleva la mano con la inspiración y desciende con la espiración? Tras practicar varias respiraciones abdominales pase a la respiración costal, sitúe las manos a ambos lados de las costillas y haga varias respiraciones. Para terminar la respiración clavicular situando ambas manos bajo los hombros en la zona clavicular, respire. Tras esta respiración realice tres respiraciones completas. Es importante que durante el ejercicio sienta su cuerpo apoyado en el suelo. Empiece visualizando los talones de sus pies, los muslos, las nalgas, la espalda, las palmas de las manos, los brazos, la nuca... sienta su cuerpo.

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